Un museo de Nueva York muestra reptiles vivos de los cinco continentes
Más de sesenta ejemplares de lagartos y serpientes vivos de los cinco continentes pueden verse desde hoy en el Museo de Historia Natural de Nueva York, que ha decidido apostar por unos animales que despiertan especialmente el entusiasmo de los niños."Con esta exposición, los visitantes se encuentran frente a algunas de las criaturas más exóticas, fascinantes e incluso aterradoras del mundo, pero que también tienen mucho que enseñarnos sobre la diversidad de la vida y la fragilidad de los sistemas naturales", aseguró la presidenta del museo, Ellen Futter, al presentar la muestra.
Hasta el próximo 5 de enero, la muestra introduce a los visitantes en el mundo de ese tipo de reptiles y ayuda a comprender su extraordinaria habilidad para adaptarse al medio, a través de sus lenguas retráctiles, venenos mortales, increíbles camuflajes y sorprendentes modos de locomoción.
Animales de todos los tamaños
Entre las 26 especies traídas de lugares como Australia, Cuba, Egipto, Guatemala, Kenia, Madagascar, México y Sudán, en el famoso museo se pueden encontrar desde un lagarto de cinta de apenas diez centímetros hasta una serpiente pitón burmese de más de cuatro metros.
Los lagartos y serpientes, que juntos forman el grupo de "escamosos" o "sauriofidios", cuentan en el museo con estanques propios, ramas de árboles, rocas y plantas que recrean su hábitat natural.
Decenas de niños pudieron disfrutar esta semana de la muestra durante su "preestreno", lo que permitió a los encargados del museo comprobar la emoción y alboroto que despiertan en los más pequeños este tipo de animales, pese al rechazo que suelen provocar entre los adultos.
Una parte importante de la muestra se dedica a las salamanquesas de todo tipo, desde el precioso geco diurno gigante, característico por su llamativo verde fosforito, hasta el de cola de hoja, que, como su nombre indica, parece que tiene una hoja de árbol por cola.
Serpientes
"Las serpientes son uno de los vertebrados de más éxito evolutivo de la Tierra y han sabido compensar su falta de patas con un sistema de visión térmica, de proyección de veneno, de constricción y de mandíbulas extensibles que les permiten tragar animales varias veces más grandes que sus propias cabezas", explicó el experto.
Quien preste atención a los paneles explicativos sobre los antecesores de cada animal se dará cuenta de que los expertos aún no tienen claro a qué rama biológica pertenecen exactamente las serpientes, sino que se trata de un misterio aún por resolver.
La exposición también ofrece vías de interacción con el visitante, al que se invita a escuchar sonidos grabados de lagartos y serpientes, ver cómo caza una serpiente de cascabel o comprobar con juegos de ordenador los conocimientos que se tienen de los saurofidios.
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